Compañeros, hermanos y amigos: Un presentimiento misterioso me obligó a deciros en Septiembre de 1812, que Tucumán iba a ser el sepulcro de la tiranía: en efecto, el 24 del mismo conseguisteis la victoria y aquél honroso título. He sido testigo de las sesiones en que la misma Soberanía ha discutido acerca de la forma de gobierno con que se ha de regir la Nación, y he oído discurrir sabiamente en favor de la monarquía constitucional reconociendo la legitimidad de la representación .soberana en la casa de los Incas, y situando el asiento del trono en el Cuzco, tanto, que me parece que se realizará este pensamiento tan racional, tan noble y tan justo con que aseguraremos la losa del sepulcro de los tiranos. Resta ahora que conservéis el orden, que mantengáis el respeto a las autoridades, y que, reconociéndoos parte de una nación como lo sois, tratéis con vuestro conocido empeño, anhelo y confianza de librarla de sus enemigos, y conservar el justo renombre que adquirió en ...