Desde hace tiempo circulaban noticias en Buenos Aires de que el elemento obrero preparaba un movimiento huelguista, para pedir mejora de salarios y disminución de horas de labor. Varios eran los gremios que se indicaban para el caso, así que a nadie sorprendió la huelga de metalúrgicos, y menos se pudieron prever las consecuencias que derivaron después por el movimiento iniciado en los talleres de Alfredo Vasena. Buenos Aires ha presenciado varias huelgas, donde los obreros, en defensa de lo que creían su derecho, abandonaron el trabajo para lograr, por ese medio, resultado; a veces también, en la exaltación, se empleó la violencia, pero una huelga sangrienta, como ya que hemos tenido que tolerar, eso nadie lo hubiera imaginado, ni puede atribuirse a trabajadores. La causa de que se hayan producido demasías a las que no estábamos acostumbrados, y de que la violencia se haya llevado al extremo, ha sido porque a este movimiento se han mezclado, no ya obreros que pugnan por impo...