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Mostrando las entradas etiquetadas como Mariano Moreno

María Guadalupe Cuenca. Carta a Mariano Moreno. 14 de Marzo de 1811

Mi querido y estimado dueño de mi corazón: Me alegraré que los pases bien y que al recibo de ésta estés ya en tu gran casa con comodidad y que Dios te dé acierto en tus empresas; tu hijo y toda tu familia quedan buenos pero yo con muchas fluctuaciones, (…) la casa me parece sin gente, no tengo gusto para nada de considerar que estés enfermo o triste sin tener a tu mujer y tu hijo que te consuelen y participen de tus disgustos ¿O quizás ya habrás encontrado alguna inglesa que ocupe mi lugar? No hagas eso Moreno, cuando te tiente alguna inglesa acordate que tenés una mujer fiel a quien ofendes después de Dios.                El inglés que vino con don Alejandro Díaz antes que te embarcaras vino anteayer y me dijo que si quería escribirte, y sin embargo de haberte escrito hace ocho días te vuelvo a escribir pues no me queda otro consuelo, y no te enojes de que te caliente la cabeza con mis cartas; no dejes de es...

Mariano Moreno, sobre la Libertad de Prensa. Gazeta de Buenos Ayres, Número 3, 21 de Junio de 1810

Los pueblos yacerán en el embrutecimiento más vergonzoso, si no se dan una absoluta franquicia y libertad para hablar en todo asunto que no se oponga en modo alguno a las determinaciones del gobierno, siempre dignas de nuestro mayor respeto. Los pueblos correrán de error en error, y de preocupación en preocupación, y harán la desdicha de su existencia presente y sucesiva. No se adelantarán las artes, ni los conocimientos útiles, porque no teniendo libertad el pensamiento, se seguirán respetando los absurdos que han consagrado nuestros padres, y ha autorizado el tiempo y la costumbre. Seamos una vez menos partidarios de nuestras envejecidas opiniones; tengamos menos amor propio; dése acceso a la verdad y a la introducción de las luces y de la ilustración: no se reprima la inocente libertad de pensar en asuntos de interés universal; no creamos que con ella se atacará jamas impunemente el mérito y la virtud, porque hablando por sí mismos en su favor, y teniendo siempre por árbitro ...

Mariano Moreno, Sobre la biblioteca pública. Gazeta de Buenos Ayres. 13 de Septiembre de 1810

La Junta se ve reducida a la triste necesidad de criarlo todo; y aunque las graves atenciones que la agobian no le dejan todo el tiempo que deseara consagrar a tan importante objeto, llamará en su socorro a los hombres sabios y patriotas, que regalando un nuevo establecimiento de estudios adecuados a nuestras circunstancias, formen el plantel que se produzca algún día hombres que sean el honor y la gloria de su patria. Entretanto que se organiza esta obra, cuyo progres se irá publicando sucesivamente, ha resuelto la Junta formar una Biblioteca Pública, en que se facilite a los amantes de las letras un recurso seguro para aumentar sus conocimientos. Las utilidades consiguientes a una biblioteca pública son tan notorias, que sería excusado detenernos en indicarlas. Toda casa de libros atrae a los literatos con una fuerza irresistible, la curiosidad incita a los que han nacido con positiva resistencia a las letras, y la concurrencia de los sabios con los que desean serlo produce un...

Fundamentación de la vanguardia revolucionaria en 1810

La soberanía en una situación revolucionaria    “En el estado repentino de revolución, se dice que el pueblo asume la soberanía; pero el hecho, ¿cómo es que la ejerce? Se responde también que por sus representantes. ¿Y quién nombra estos representantes? El pueblo mismo. ¿Y quién convoca este pueblo? ¿Cuándo? ¿En dónde? Esto es lo que rigurosa y estrictamente arreglado a principios, nadie sabrá responder. Un movimiento simultáneo de todos los individuos de una provincia en un mismo tiempo, hacia un mismo punto, y con un mismo objeto es una cosa puramente abstracta y en el fondo imposible. ¿Qué remedio en tales casos? El que hemos visto practicar ahora entre nosotros por la verdadera ley de la necesidad: apropiarse cierto número de hombres, de luces y de crédito, una parte de la soberanía para dar los primeros pasos, y después restituirla al pueblo.” Mariano Moreno, Prólogo de la reedición de la obra de El Contrato Social por J. J. Rousseau, 1810.