Mi querido y estimado dueño de mi corazón: Me alegraré que los pases bien y que al recibo de ésta estés ya en tu gran casa con comodidad y que Dios te dé acierto en tus empresas; tu hijo y toda tu familia quedan buenos pero yo con muchas fluctuaciones, (…) la casa me parece sin gente, no tengo gusto para nada de considerar que estés enfermo o triste sin tener a tu mujer y tu hijo que te consuelen y participen de tus disgustos ¿O quizás ya habrás encontrado alguna inglesa que ocupe mi lugar? No hagas eso Moreno, cuando te tiente alguna inglesa acordate que tenés una mujer fiel a quien ofendes después de Dios. El inglés que vino con don Alejandro Díaz antes que te embarcaras vino anteayer y me dijo que si quería escribirte, y sin embargo de haberte escrito hace ocho días te vuelvo a escribir pues no me queda otro consuelo, y no te enojes de que te caliente la cabeza con mis cartas; no dejes de es...