1.
Cuando una banda toca el himno nacional, todos
los presentes se descubren la cabeza en señal de reverencia
2.
A cualquier mujer, sea una dama o una lavandera,
se le dice habitualmente “señora”. Llamar a una “donna” del pueblo “mujer” no
suena bien, ya que equivale a decir “hembra”.
3.
Para llamar a la gente en la entrada de una
casa, no se golpea ni se grita; se baten las palmas de las manos
4.
Para llamar a un carruaje o para avisat desde
lejos al conductor de un tranvía para que pare, no se dice “pss, pss, pss”,
sino “psiiió, psiiió”.
5.
En los cafés hay siempre un lugar especial para
las señoras. Son admitidos sólo los hombres que las acompañan.
6.
En un café o un restaurant se llama al camarero
batiendo las palmas dos veces y agregando inmediatamente la llamada de “mozo”.
No se golpea sobre la mesa el vaso.
7.
En la platea de los teatros y cines, no está
permitido, ni siquiera a las mujeres, llevar el sombrero puesto, ya que se
impediría a los otros ver la escena
8.
No se fuma en los tranvías. El aviso “está
prohibido salivar”, significa “vetato sputare”
9.
Para pedir socorro a un policía (vigilante), que
es también guardia de ciudad (para los casos urgentes de incendio, robo,
heridas, violencia, etc.), se silba con un pito de plomo que muchos acostumbran
llevar en el bolsillo
1.
Por la calle no se camina fuera de la vereda; de
hacerlo, recibiría el calificativo de “atorrante”, que equivale a “mendigo”.
De Zettiry, Arrigo, Manual de
inmigrantes italiano, 1902