Santa Fe, enero 16 de 1832.
Señor Don Juan Manuel de Rosas.
Amigo y compañero apreciable:
Deseando que usted se acabe de poner al corriente de todo cuanto
ocurre en el Entre Ríos relativo al estado actual de sus negocios, le
adjunto originales las comunicaciones que se me han presentado de varios
Jefes y oficiales que ^edaron en comisión a la retirada de Echagüe
sobre los dispersos de Espino. Por ellas verá usted que ya nada hay a
estj respecto.
Aquí lo tengo a Don Justo Urquiza en clase de detenido, y se
manifiesta muy conforme con todo. He hablado largamente con él, después
de haberle inspirado la mayor confianza para que se explicase con
franqueza sobre el origen del movimiento de Don Ricardo de acuerdo con
Lavalle. Éste me ha dicho que habiendo sabido de cierto que Lavalle, en
combinación con Rivera, trataba de pasar al Entre Ríos con doscientos
hombres, con pretexto de la deposición de Solas; para cruzar este plan
se convinieron en anticiparse a darle ellos el golpe: efectivamente,
activaron todas las medidas y consiguieron su objeto; mas cuando se
preparaban a completar su obra dando con Lavalle como lo habían
convenido, les ganó de mano Espino haciéndoles la contra revolución, que
no les dejó más lugar que para seguir a protegerse de la misma fuerza,
que sin esta circunstancia hubiesen destruido. De este modo tuvo ya que
aparecer ligado con Lavalle para poderse vengar de la felonía de Espino.
En este sentido seguía trabajando cuando Don Mateo García le mostró una
carta suya en que le decía que lo viese a Urquiza para que se separase y
desde aquel momento lo verificó, retirándose al Estado Oriental, donde
ha permanecido, hasta que se trató de destruir las aspiraciones de
Espino, quien lo solicitó para que lo ayudase, y vino en efecto; pero
con un fin muy contrario; pues luego que se le ocasionó la dislocación y
fiiga de las Puntas del Obispo.
Después de esto se vino a Nogoyá, desde donde pasó a ésta y ¿e
conserva, como he dicho antes. A mi modo de ver, el mozo es ingenuo y de
un carácter franco, y por lo mismo lo mantengo solamente detenido hasta
que se haya nombrado Gobierno en Entre Ríos, que entonces le permitiré
volver a su casa, si usted no tiene algún reparo en esto.
Soy como siempre su decidido amigo y apasionado compañero.
Estanislao López
P.D.
Hoy o mañana deben mandarme del Paraná preso a Don Francisco Álzaga,1 quien le servía de Secretario a Espino;
yo sé que éste cometió un asesinato en Buenos Aires, pero por los
respetos a su hermano puede tenérsele alguna consideración; en fin,
usted me dirá lo que pueda hacer con éste, mientras tanto lo tendré en
un calabozo.
Vale.