Eva Perón. Discurso. Sindicato de Portuarios y Afines. Acto en el teatro Colón. 11 de Diciembre de 1950

Siento una gran emoción al estar esta noche con los compañeros del S.U.P.A y lamento enormemente que, por prescripción médica, solo pueda dirigirles breves palabras, lo que me impide decirles en este momento todo lo que desearía.

Agradezco las palabras de los compañeros de Córdoba y Espejo, que me han conmovido profundamente, y les agradezco también la oportunidad que ustedes me brindan de poder volver a entregar las pensiones, ya que yo tuve el privilegio de ser quien entregará las primeras que se otorgaron al gremio de ustedes.

Les traigo un abrazo afectuoso del General Perón, que los estrecha junto a su corazón y que esta noche, como siempre, está presente en el corazón de los trabajadores argentinos.

Como los peronistas cumplimos nuestra misión trabajando, no he querido dejar de concurrir a este acto y a traerles con mi presencia el cariño del General Perón y el mío. Les pido que perdonen por no poder quedarme a entregar, como es mi deseo, todas las pensiones y libretas. En las cuatro que he entregado, incluyo a todos y, al estrechar las manos de esos ancianos que el justicialismo de Perón ha reivindicado, he estrechado las manos de todos los ancianos y de todos los trabajadores de la Patria.

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