Investido el infrascripto de la autoridad suprema de la provincia
por la honorable Sala de Representantes y posesionado del mando el 8
del corriente, cumple con su más agradable deber al comunicar al
excelentísimo gobernador de la provincia, de su decidida y franca
voluntad de estrechar relaciones amistosas y fraternales con la
benemérita provincia de su mando.
El infrascripto debe igualmente declarar como la primera
prueba de sus candorosos deseos que los principios consignados por el
gobierno provisional en su circular del 9 de septiembre del año presente
con relación a todos los pueblos de la república formarán
inalterablemente la política del gobierno de Buenos Aires. Pasó ya el
tiempo en que los desengaños venían a perder su influencia en los
deseos exagerados de una perfección prematura… la voluntad de los
pueblos…será respetada como el dogma fundamental de la organización de
la república.
El gobierno de Buenos Aires, desde que ahuyentó la fatal
discordia que desolaba esta provincia, no ha cesado de advertir a las
demás que integran el estado, la necesidad de entenderse y de volver al
sosiego turbado por la funesta revolución del año anterior. Admitido
ya con el carácter de mediador por una notable mayoría de la nación ha
despachado sus agentes revestidos de poderes amplios y con instrucciones
montadas sobre los francos principios que profesa…
El gobierno de Buenos Aires que estará siempre a la
vanguardia para arrastrar los amagos contra la dignidad de la república,
será también el primer amigo de los de las provincias para
interponerse en sus diferencias…
Juan Manuel de Rosas - Tomás Guido
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