José María Roxas y Patrón a Juan Manuel de Rosas
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J.M. de Rosas (1793-1877) |
Señor General Dn. Juan Manuel de Rosas
Mi querido y respetado amigo.
La carta de V.E fecha del 6 de Junio, si bien me ha hecho sentir el mayor placer pr. haber savido de la salud de V.E y de la Señorita Da. Manuelita, me ha causado gran pesar pr. los indicios ciertos de las penurias á qe. se ven librados.
Luego me asaltó una idea que. después diré: pº entretanto, fuí á ver al Señor Terrero pa. hacerle la entrega de los libros qe. V.E me prestó, mientras hacía venir la misma obra definitivamente destinada pa. mí; agregando pr. mi parte las otras obras qe. V.E me regaló, y colocadas en un hermoso estante qe. compré al efecto, con el fin de qe. vendido todo, fuese remitido el producto.
Se excusó el Señor Terrero de recibirlas, en virtud del Decreto qe. pr. desgracia existe, apesar de haberle indicado qe. la primera obra la creía mía, /c.2/ mucho más después de concederme V.E el dominio util durante mi vida, si esto me convenía.
Tenía razón, pero mi partido estaba tomando desde el principio, de escrivir al Señor General Urquiza la carta, cuya copia tengo el honor de incluir. El Señor Terrero era de parecer qe. le viese; pº en aquella razón se agitaba la construcción de un nuevo Gobierno, y no quise atraer sobre mi las conjeturas ni las miradas de los zelosos cortejántes del poder.
Aun no he tenido respuesta: pº habiendo el Señor Urquiza reasumido el Gobierno de la Provincia, me parece qe. se encuentra comprometido á realizar las ideas generales qe. ha manifestado, y por mi parte no dejaré de recordárselo, si pr. una feliz casualidad encuentro la difícil oportunidad de hacer la indicación. Y en caso de qe. me haga entender de qe. mis ruegos han pesado algo en su animo, estoy resuelto á corresponderle con la ingenuidad qe. acostumbro, apesar de la repugnancia creciente qe. tengo á la vida publica.
Siento en el alma no poder hacer mas. Si la cuestión de los bienes de V.E no se resuelve, los libros serán vendidos. Y si mas adelante los trabajos qe. han /c.3/ emprendido mis hijos en la Estancia, contrayendo empeños, fuesen productivos, ¡Dios no permita qe. llegue el caso de ofrecerlos con mi corazón!
No ha mayor consuelo en la adversidad, qe. encontrar un amigo como el qe. yo encontré en V.E.; y siento no ser mas, no valer mas, pa. hacer efectivos los votos de mi alma
Buenos Aires. 31 de Julio de 1852
Tomado de:
Cartas ineditas de Rosas y Roxas y Patrón. Platero. Buenos Aires. 1980
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