Al pueblo de la República
Argentina:
Las Fuerzas Armadas de la Nación,
fieles y celosas guardianas del honor y tradiciones de la patria, como asimismo
del bienestar, los derechos y libertades del pueblo argentino, han venido
observando silenciosa, pero muy atentamente las actividades y el desempeño de
las autoridades superiores de la Nación.
Ha sido ingrata y dolorosa la
comprobación. Se han defraudado las esperanzas de los argentinos, adoptando
como sistema la venalidad, el fraude, el peculado y la corrupción.
Se ha llevado al pueblo al escepticismo
y a la postración moral, desvinculándolo de la cosa pública, explotada en
beneficio de siniestros personajes movidos por la más vil de las pasiones.
Dichas fuerzas, conscientes de la
responsabilidad que asumen ante la historia y ante su pueblo cuyo clamor ha
llegado hasta los cuarteles, deciden cumplir con el deber de esta hora que les
impone salir en defensa de los sagrados intereses de la Patria.
La defensa de tales intereses
impondrá la abnegación de muchos, porque no hay gloria sin sacrificio.
Propugnamos la honradez
administrativa, la unión de todos los argentinos, el castigo de los culpables y
la restitución al Estado de todos los bienes mal habidos.
Sostenemos nuestras instituciones
y nuestras leyes, persuadidos de que no son ellas, sino los hombres quienes han
delinquido en su aplicación.
Anhelamos firmemente la unidad
del pueblo argentino, porque el Ejército de la patria, que es el pueblo mismo,
luchará por la solución de sus problemas y la restitución de derechos y
garantías conculcados.
Lucharemos por mantener una real
e integral soberanía de la Nación; por cumplir firmemente el mandato imperativo
de su tradición histórica; por hacer efectiva una absoluta, verdadera y leal
unión y colaboración americana y cumplimiento de los pactos y compromisos
internacionales.
Declaramos que cada uno de los
militares, llevados por las circunstancias a la función pública, se comprometen
bajo su honor:
- A trabajar honrada e
incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de la libertad, de los
derechos y de los intereses de los argentinos;
- A renunciar a todo pago o
emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado le corresponde en el
Ejército;
- A ser inflexibles en el
desempeño de la función pública, asegurando la equidad y la justicia de los
procedimientos;
- A reprimir de la manera más
enérgica, entregando a la justicia no sólo al que cometa un acto doloso en
perjuicio del Estado, sino también a todo el que, directa o indirectamente, se
preste a ello;
- A aceptar la carga pública con
desinterés y obrar en ella sólo inspirados en el bien y la prosperidad de la
patria.
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