LAS OBRERAS DE LA SEDA
“Siempre telas de seda tejemos,
y no por eso iremos mejor vestidas.
Siempre seremos pobres y desnudas
y siempre tendremos hambre y sed.
Jamás sabremos ganar tanto
que mejor hayamos de comer.
De pan tenemos, sin cambiar,
por la mañana poco y por la tarde menos,
pues del trabajo de nuestras manos
no tendrá cada una para su vivir,
sino cuatro dineros de la libra.
Y de eso no podemos
tener bastante comida y vestido.
Pues quien gana en una semana
veinte sueldos no está fuera de pena.
Y estamos en gran miseria
pero se enriquece con nuestros salarios
aquél por el que nosotras trabajamos.
De las noches gran parte velamos
y de día para ganar.
Se nos amenaza con moler
nuestros miembros cuando reposamos:
de esta manera reposar no osamos.”
Chretien de Troyes, Yvain, 1180.