La guerra mundial
comenzó en 1939, o en 1933 con el ascenso de Hitler al poder, o en
1929 con la crisis económica global, o según algunos puntos de
vista la Segunda guerra en realidad fue la
continuidad de la Primera, con un interludio de algunos años en que
las tensiones irresueltas acabaron estallando en otro episodio más
terrible y salvaje que el primero. Sin embargo entre 1930 y 1938 se
disputaron tres campeonatos mundiales de fútbol. El de 1942, con los
países decididamente volcados al enfrentamiento militar, se
suspendió. Debía jugarse en sudamérica y los países candidatos a
ser sedes eran Brasil y Argentina, aunque este último era el país
favorito. Existe un mito que dice que el campeonato realmente se
disputó en un recóndito paraje de la Patagonia Argentina, y que al
haberse desarrollado sin prensa ni difusión no existen registros
sobre quién salió campeón. Pero es solo un mito. De haberse
intentado la guerra planetaria hubiera impedido que se desarrolle.
Sin embargo sí hay
registros de un enfrentamiento disputado por el seleccionado alemán
y un combinado internacional. Varias películas retratan las
historias ocultas detrás de este evento, aunque la más conocida fue
Victory (1981) protagonizada por Michael Caine, Sylvester Stallone y
figuras del fútbol mundial como el brasileño Pelé, Bobby Moore y
Osvaldo Ardiles. El partido real parece haber sido algo distinto al
que retrata la película. Se cree que el combinado internacional
estaba conformado en realidad por prisioneros que en su mayor parte
habían formado parte del equipo ucraniano profesional Dinamo de
Kiev y el equipo alemán estaba conformado por soldados. Las
presiones para que los ucranianos se dejaran ganar habían sido
enormes, sin embargo los prisioneros derrotaron a los invasores
alemanes. Los sucesos posteriores no están del todo claros. La
evidencia señala que la mayoría de los desobedientes jugadores
ucranianos fueron asesinados tras el partido, aunque no existe
consenso respecto de si murieron como el común de los prisioneros o
si sus muertes estuvieron directamente relacionadas con el provocador
acto de ganar cuando se les había ordenado perder.
Aunque la guerra
acabó en 1945, en 1946 el planeta estaba devastado, y tampoco se
disputó el campeonato mundial. Finalmente se volvió a
jugar en 1950, en Brasil.
Comentarios
Publicar un comentario
Contanos tu experiencia Perspectivis